N°.50

 

¿Está en peligro el acceso a medicinas buenas y asequibles?

 

La mundialización ha hecho que cambien la manera y los modos de obtener beneficios en el mundo de los negocios. Hoy, muchas ganancias generadas por la industria y los servicios provienen de los derechos de autor de los inventores y otros por medio de las leyes que rigen la propiedad intelectual (PI). Esto tiene implicaciones en el acceso a la tecnología, a la información, a los medicamentos y a las semillas.

La regulación de la propiedad intelectual se ha convertido en una nueva arma con la que los países ricos controlan a los países del sur. Estas estrictas regulaciones tienen también su impacto en la organización de la salud pública de los países en desarrollo.

Los acuerdos ADPIC (Acuerdo sobre los Derechos de la Propiedad Intelectual), negociados en 1994, obligan a todos los miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a establecer en sus países, para el año 2005, la protección de estos derechos. Esto se consideró que era una traba para la salud pública en los países con ingresos débiles o moderados. Estas regulaciones de la PI han provocado un decrecimiento en el acceso a medicinas baratas, réplicas de los medicamentos protegidos por los acuerdos. Tras  las protestas de los países afectados y de su sociedad civil, la OMC ha aceptado la Declaración de Doha en 2001. Ésta permite a los países en desarrollo pasar por encima de los Acuerdos cuando hay una urgencia en el dominio de la salud pública, utilizando las "licencias obligatorias" (1) , y los autoriza a producir o importar medicamentos genéricos.

Los medicamentos genéricos son un factor importante en el progreso de la salud pública en los países en desarrollo. Los genéricos son hoy de buena calidad y cuestan la tercera parte que un medicamento protegido. Las reglas estrictas de la PI suben los precios de los medicamentos protegidos y aseguran su precio, además de reducir y retardar a África en la competición por los genéricos. Esto reduce las normas de salud pública en este continente.

Con el paso de los años, los países occidentales intentan imponer su regulación de la PI. Lo hacen utilizando los acuerdos de liberalización del mercado con el sur. Los conflictos entre los defensores de la ley de PI y los que defienden la salud pública se han intensificado últimamente. Encontramos a un lado las grandes sociedades farmacéuticas, la OMC, los EEUU y la UE, y del otro la sociedad civil y las instituciones de la salud pública. Estos dos grupos se enfrentan por el acceso a las medicinas en los países en desarrollo. En el centro del combate encontramos el valor y el rol de loa acuerdos en la producción farmacéutica y su impacto negativo en la protección de la salud pública.

Los acuerdos ADPIC, pese a sus limitaciones, reconocen las necesidades de los países en el dominio de la salud pública y permiten una cierta flexibilidad. La UE, por su parte, en acuerdos económicos posteriores como los APE con los países ACP añade cláusulas sobre la PI que van mucho más allá de las exigencias de la OMC. La validez de los acuerdos se extiende a 20 años, y las posibilidades de licencias obligatorias se reducen; los mercados africanos se ven así retrasados en su acceso a los genéricos. Las reglas de la UE protegen y extienden los monopolios de los productos farmacéuticos protegidos, y autorizan a las sociedades que detentan los monopolios a que extraigan de los precios una parte, lo que es una fuente inagotable de beneficios. Estos beneficios comerciales se realizan en detrimento de la salud de los africanos. Vista la marginalización de los genéricos, los precios de los medicamentos suben en general y se reduce el acceso a las medicinas de base. Estos son los efectos de las reglas estrictas de la PI.

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1   Una licencia obligatoria es la licencia concedida a otro productor para fabricar, emplear, utilizar y distribuir versiones genéricas del invento protegido, sin el acuerdo del que detenta el acuerdo, y estp a cambio de una remuneración que compense la reducción del mercado potencial para el producto protegido.

 

 

La Comisión Europea afirma que el Cariforum-APE, la única región que ha firmado un APE completo, favorece la flexibilidad de los ADPIC para el acceso a los medicamentos, y sin embargo algunas regiones temen la imposición de una regulación fuerte de la PI en el momento de la negociación de los APE con las regiones de África.

La UE tiende, en sus relaciones con los países en desarrollo, a quitar con una mano lo que acaba de dar con la otra. En su política de desarrollo se implica fuertemente en mejorar la salud de las poblaciones, y sin embargo, la imposición de reglas estrictas de PI en los acuerdos económicos mina este compromiso. Hay que subrayar que las reglas de la PI que la UE quiere imponer a las regiones africanas están en oposición con las resoluciones del Parlamento Europeo y con los compromisos adquiridos por la UE en el dominio del acceso a los medicamentos.

El Acuerdo de Comercio Anti-Falsificación (ACTA) representa actualmente otro peligro para el acceso a medicinas baratas. Este acuerdo está en negociaciones entre países ricos como EEUU, Japón, Canadá, Australia y la UE. Forma parte de una estrategia más amplia que apoya la rigidez  de los derechos de la PI. Es efecto, existe la voluntad de asegurar que los medicamentos genéricos a bajo precio se consideren productos falsificados. El decomiso de genéricos llevado a cabo recientemente en la frontera holandesa ilustra este temor. Esos medicamentos eran de buena calidad y transitaban por los Países Bajos, procedentes de la India  con destino Brasil y Nigeria. Cuando las autoridades oficiales han declarado que estos medicamentos eran falsificados y que violaban las leyes vinculadas a los acuerdos, UNITAID 2, agencia que tiene su base en Ginebra y que había pagado estos productos, ha solicitado que volvieran a circular y ha declarado que las denuncias no estaban justificadas.

La sociedad civil de África y de otras muchas partes del mundo puede jugar un rol para impedir que estas amenazas se conviertan en realidad. Hay que mantener la coherencia entre los acuerdos de Partenariado Económico (APE) y la política europea de salud pública para los países en desarrollo. Los acuerdos deberían subrayar que el refuerzo de las medidas de PI no debe retirar recursos de los sectores prioritarios como la salud.

La UE debe poner en primer lugar en los APE su compromiso en sostener el desarrollo antes que asegurar la aplicación rigurosa de las regulaciones de la PI.

Begoña Iñarra

 

 

El derecho a la alimentación en África se ve amenazado por todas partes.

Poder comer depende del acceso a la comida y de la posibilidad de producirla. Esto depende de los ingresos, del acceso a la tierra, al agua, a las semillas, a los créditos, pero también al contexto político, económico, climático, a las relaciones comerciales y a otros factores como la salud y la educación.

Las políticas de la UE tienen su impacto sobre esos factores en África, porque influyen en los gobiernos africanos. Animan y financian ciertas inversiones y no otras. Por eso, el derecho a la alimentación en África depende también de las políticas europeas.

Estos son los lugares en los que la red AEFJN puede actuar:

  1. Política europea de energía

1.1   Promoción de energías renovables y agrocarburantes: La directiva europea se ha adoptado sin criterios sociales satisfactorios que obliguen a las empresas a respetar los derechos de los africanos.

Acciones posibles:

1.       Pedir a los gobiernos europeos que esperen los resultados del estudio de la Comisión Europea sobre el impacto de esta directiva sobre la alimentación de África, antes de incorporarla a sus leyes.

2.       Contribuir a este estudio de la Comisión Europea (CE)  proveyendo de datos concretos adquiridos sobre el terreno. La CE reconoce la importancia de la red de la Iglesia en África. Ella puede aportar mucha información esencial para este estudio. Igualmente, su papel de informador sobre el terreno es capital porque están en juego las tierras de los africanos. Os animamos a consultar las informaciones enviadas por AEFJN-NAD Berlín - Misereor y a responder al cuestionario.

Ver:http://www.aefjn.be/index.php?option=com_content&task=category&sectionid=12&id=115&itemid=163

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2  UNITAID está sostenida por gobiernos Socios capitalistas, entre ellos muchos de la UE

1.2 Partenariado Energía África Europa: quiere contestar a  desafíos tales como la seguridad energética, la protección del clima, el desarrollo y la realización de los Objetivos del Milenio para el Desarrollo (OMD)

Estos objetivos, tan encomiables, se negocian lejos de la sociedad civil.

Más información: http:///www.aefjn.be/index.php?option=com-content&task=category&sectionid=21&id=70&ltemid=93

1.3   Compartir las nuevas tecnologías con África: Empresas europeas invierten en la producción doméstica de electricidad y en redes locales, en Europa y África. Piden a la UE que estimule financieramente estas técnicas alternativas en las grandes empresas y los grandes productores.

2.Políticas que influyan directamente en la agricultura de África.

"Avanzar la agricultura de África": La sociedad civil tiene ahí un lugar oficial de diálogo regular con la CE que debe precisar los términos de apoyo al desarrollo agrícola de las regiones pobres y de las mujeres, generalmente desatendidas por los instrumentos de ayuda.

3.Políticas de desarrollo y de comercio:

Un ejemplo: los TIC (Tecnologías de Información y Comunicación, ICT en inglés) tienen mucho éxito en Europa porque crean empleo y pueden disminuir las emisiones de CO2. También en África. Los teléfonos móviles son utilizados ya por los comerciantes africanos. Otros han dispuesto pequeñas unidades de producción de energía (paneles solares, agrocarbuarantes o hidroelectricidad) para alimentar los ordenadores permitiendo el acceso a Internet o para recargar las baterías de los coches. En Zambia, Tanzania, Mali y Burkina Faso, grupos de pequeños agricultores utilizan Opensource (de acceso gratuito) para responder a las normas europeas y exportar sus productos hacia Europa. 13 países africanos se benefician de los programas de cooperación europeos. La CE debe publicar recomendaciones sobre los TIC para estimularlos, de aquí a Junio 2009. Las industrias miran también a África como comprador potencial. Ojalá los TIC sean una oportunidad útil y accesible para los ciudadanos africanos, y no se conviertan en un medio más para que los extranjeros dominen el mercado y las informaciones mejor que los africanos.

Otros lugares de acción posibles:

El acceso a la tierra:

Las legislaciones africanas están bajo la presión de las empresas internacionales que buscan tierra fértil o espacios a roturar para sus cultivos. Los inversores buscan implantar monocultivos con poco gasto sobre amplias extensiones fértiles. Además del café, cacao etc. esto concierne a diversos cultivos como el de plantas para agrocarburantes, (las más corrientes: jatrofa, caña de azúcar, maíz, palma, ricino, hierba elefante etc). Otros producen cultivos alimentarios, arroz, maíz y otros para exportarlos al país de origen de la compañía.

Ver: http://www.aefjn.be/index.php?option=com_content&task=category&sectionid=12&id=34&ltemid=55

El último llegado, el Biochar (de charcoal, carbón de madera). El Biochar es carbón producido quemando materia orgánica, en este caso producido a partir de materia vegetal cultivada para este uso. Un lobby industrial trabaja a los políticos de todo el mundo para que la técnica de producción de Biochar y de enterrar en el suelo este carbón sea reconocida y subvencionada como técnica de captación y de movilización del carbono contenido en la atmósfera. Es lo que piden los gobiernos de Gambia, Ghana, Mozambique, Níger, Senegal, Swazilandia, Tanzania, Uganda, Zambia y Zimbabwe. Existe el peligro de que se mezclen otros productos con el Biochar antes de enterrarlo. Pero con efecto más inmediato, según el plan de la empresa Biochar Company Carbonscape que prevé utilizar 930 millones de hectáreas para producir carbón de madera, se corre el riego de ver brotar selvas de árboles genéticamente modificados para crecimiento rápido, sobre tierras esenciales para la población africana. El carbón puede mejorar la textura del suelo y la retención de agua, pero no aporta al suelo más que carbono, nada de sales minerales. Algunas tierras indias, carboníferas, revelan la infertilidad de tal suelo.

Más información: http://www.aefjn.be/index.php?option=com_content&task=category&sectionid=21&id=70&ltemid=93

El Clima: La UE, dividida, rehúsa poner cifras a su ayuda  a los países pobres.

Cuando los países europeos han prometido ayudar financieramente a los países en desarrollo para luchar contra el calentamiento climático, esperaban compromisos concretos de los EEUU sobre las emisiones de CO2. Esta ayuda es una de las grandes apuestas de las negociaciones que tendrán lugar en Diciembre en Copenhague para intentar llegar a un acuerdo global más allá del 2012 sobre la reducción de emisiones de gases efecto invernadero.

Los países de la UE divergen sobre la manera de compartir el esfuerzo. "Se habla de una pinza de 20 a 40 millones de euros como participación de la UE", ha precisado M.Tusk, primer ministro polaco. "Pero juzgamos inaceptable el mecanismo simplista de que el que más poluciona más paga". Su país es uno de los que más contaminan en la UE. Los dirigentes se han puesto de acuerdo al final en dejar esta batalla para su próximo encuentro en Junio, y llevar así una posición común a Copenhague.

La OMC y el derecho a la alimentación

Olivier De Schutter, informador especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, presentó su informe sobre la OMC y el derecho a la alimentación en la sesión del Consejo de los Derechos del Hombre el 26 de Marzo 2009.

Ver: http://www2.ohchr.org/french/bodies/hrcouncil/10session/ondex.htm

El "impasse" previsible en el Ciclo de Doha podría ser positivo: permite un tiempo de reflexión suplementario sobre el derecho  a la alimentación y sobre la protección a la agricultura familiar.

En el Forum Económico Mundial (FEM) que ha tenido lugar recientemente en Davos, Suiza, expertos del comercio y dirigentes del mundo han admitido que 2009 sería un buen momento para reducir las discrepancias que han llevado al impasse las negociaciones comerciales de Doha. El G20 ha decidido recientemente concluir rápidamente el Ciclo de Doha para evitar el crecimiento del proteccionismo. El G20 es un agrupamiento multilateral e informal de países desarrollados y de países en desarrollo que se reúnen para cuestiones económicas.

Más información sobre los efectos de la crisis en el Ciclo de Doha en la OMC:

http://www.ipsinternational.org/fr/_note.asp?idnews=5221

AGRA: ¿oportunidad o trampa?

Lanzada oficialmente en 2006, la Alianza por una nueva Revolución verde (AGRA por sus siglas en inglés) está presidida por Mr. Kofi Annam, antiguo Secretario general de la ONU. Junto con otras personalidades importantes, ejerce su influencia ante los gobiernos africanos, el NEPAD (Nuevo Partenariado Por el Desarrollo de África) y la Unión Africana (UA) para implantar AGRA en el continente. AGRA es un marco estructural por el que multinacionales privadas penetran en África para extender su mercado de semillas y de productos para la agricultura. Deslumbran con  el desarrollo económico para los pequeños agricultores y puestos de trabajo para los vendedores, pero en realidad promueven una agricultura industrial cara, nefasta para el medioambiente tropical, sin autonomía posible para la mayoría  de los agricultores africanos y sin diálogo con estos. AGRA no aprovecha a los agricultores locales que corren el riesgo de empobrecerse aún más por la concurrencia en tierra y agua, la pérdida de la biodiversidad, y el coste de los insumos a corto y medio plazo. AGRA no financia la mejora del comercio agrícola local, ni la propagación de las técnicas agrícolas africanas que se han mostrado beneficiosas. Además, los gobiernos africanos comprometidos en los protocolos de acuerdos, al recurrir a la ayuda financiera de los socios de AGRA amenazan con aumentar el peso de la deuda.

Más información:

http://www.aefjn.be/index.php?option=com_content&task=category&sectionid=21&id=ltemid=93

                                                                                                                                             C. Fouarge

 

¿Qué ocurre con el agua?

"Los que se comprometen con la privatización del agua, queriendo hacer de ella un negocio, como el petróleo, rehúsan reconocer a las poblaciones el derecho humano tan fundamental como el aire que respiramos."

(Declaración del presidente de la ONU en el Forum Mundial sobre el agua, marzo 2009).

La resolución del Parlamento Europeo (PE) sobre el agua se ha preparado teniendo en vista el reciente Forum Mundial sobre el Agua de Estambul. El texto nos recuerda que 8 millones de personas mueren cada año por no tener acceso al agua de calidad y a instalaciones sanitarias. Lo que nos afecta a todos, no es solamente su muerte, sino sobre todo la pobreza de calidad de vida, la pérdida gratuita de posibilidades humanas. Y sin embargo, muchas voces se alzan para defender que el agua sea tratada como una mercancía, rechazando el que sea un derecho fundamental. Estas voces se alzan para que sus beneficios no se evaporen. De hecho, existen algunos puntos esperanzadores en el frente del agua. Este artículo quiere subrayar algunos movimientos a favor del agua, identificar las acciones que podemos emprender y que permitirán que estos nuevos signos se hagan realidad para millones de nuestros hermanos y hermanas que, y esto es un escándalo, no se benefician de este derecho humano básico.

 

El PE ha sostenido en su resolución que el agua es un derecho fundamental y universal Esperemos que los miembros del PE que sean elegidos en junio próximo demuestren que esta postura se continuará, y dará paso a acciones concretas y coherentes. Es una pena que, pese a su voz legítima, la declaración del PE reconozca el Forum como una oportunidad para la puesta en práctica de decisiones sobre el tratamiento del agua y sus recursos, porque incluso si ello está teóricamente abierto a todos y a cada uno, está movido por los representantes de los interese económicos y no por los del bien común. Maud Barlow, consejera del Presidente de la Asamblea General, ha descrito a los miembros del Consejo Mundial del Agua, (CME) órgano que ha organizado el Forum)  como "Los Señores del Agua", sin mandato legítimo, y ha insistido para que en el futuro, los forums sean organizados bajo los auspicios de la ONU.

El presidente de la Asamblea General de la ONU, Miguel d'Escoto Brockman,  no participaba en el Forum y su mensaje lo presentó Maud Barlow. Expresaba con franqueza sus temores en cuanto a los procedimientos, la estructura y la eficacia del forum, y hacía notar que el presidente del CME y los presidentes de cada día estaban profundamente interesados en las ganancias que la privatización del agua y de los servicios vinculados podían generar. Si queremos plantar cara a los desafíos que afectan al mundo entero, son  necesarios socios que estén atentos a toda la población, democráticos, reflejo de las tendencias emergentes  en las leyes sobre los derechos humanos fundamentales, y que apelen a líneas de conducta, contabilidades transparentes, y una responsabilidad real por parte del CME. Brockman ha reconocido que la propia ambigüedad de la ONU y la ausencia de auténtica gobernabilidad han frenado el procedimiento; no deseaba la desaparición del Forum, pero lo veía reestructurado bajo los auspicios de la ONU, actor esencial en las crisis mundiales sin precedentes, y entre ellas el acceso al agua no es la menor.

Como el FME no refleja, bajo su forma actual, la perspectiva ampliamente extendida contra la privatización del agua, muchas organizaciones han decidido boicotear el Forum y unirse a un evento paralelo en Estambul, el "Forum popular sobre el agua"(FPE). Se han encontrado allí  para presentar soluciones a la crisis del agua y para pedir que la Asamblea General de la ONU organice el próximo forum mundial. Han visto que han participado con ellos miembros oficiales y representantes de la ONU, y lo interpretan como un signo de un cambio evidente, tangible y simbólico en su legitimidad. Es el  movimiento del FME hacia el FPE que ha sido organizado por la sociedad civil, incluso los granjeros, las poblaciones autóctonas, los militantes, los movimientos sociales y los sindicatos.

Otro signo de esperanza reside en el trabajo menos mediatizado pero importante del Forum Político Mundial (dirigido por Michael Gorbatchev) y el IERPE: (European Research Institute of Water Policy) : el Memorando para un protocolo mundial sobre el agua. Éste se finalizó tras una conferencia tenida en el PE en febrero bajo el título: Paz con Agua. Teniendo en cuenta las necesidades de los pobres (sólo a los pobres les falta el agua) y la realidad que demuestra que la paz es imposible en un mundo en el que el agua no es reconocida como una fuente irremplazable de vida, un derecho humano y un bien común, el memorando espera ser una contribución a la evolución del pensamiento mundial cara a agua. Esperemos que esto sea un instrumento de peso en el encuentro post-Kyoto de Copenhague el próximo Diciembre.

Mientras que tenía lugar la conferencia "Paz con agua", la Unidad de Investigación Internacional para los Servicios Públicos (PSIRU) terminaba su informe "De los Partenariados Público - Público para el agua" (PUP). Este documento analiza la eficacia de este acercamiento de sólo el  sector público en el manejo del agua, y los éxitos conseguidos en muchas ciudades en varios continentes en esos partenariados solidarios, y los recomienda. La mayoría de los agentes del agua en el mundo  pertenecen al sector público, signo de que es el que tiene más amplia experiencia y buena gerencia. Notemos que a partir de 1990 se opera un cambio y los políticos, los socios capitalistas y los bancos de desarrollo se concentran en las sociedades privadas y desprecian el gran recurso del sector público. Desde entonces, las compañías públicas de gestión del agua han ayudado a otros a desarrollar sus capacidades para llegar a ser servicios públicos eficaces y seguros. Estos partenariados son transparentes, sin fines lucrativos y dejan lugar a las necesidades y controles locales.

Los militantes de África por el agua a los que AEFJN ha contactado privilegian estos PUP. El año pasado, en una carta abierta al presidente de la UA, una coalición de movimientos sociales africanos, unidos en el trabajo sobre el agua y la justicia social, pidió a la UA:

-          Asegurarse de que los donantes apoyan los servicios públicos, no los destruyen. La coalición añade que hay sólidas compañías del sector público de África que tienen capacidad para reestructurar a otras compañías más débiles, gracias a los PUP.

-          Apoyar a la coalición ante los lobby de la UE para que ésta deje de apoyar y subvencionar a los partenariados  público-privado, ineficaces, y favorezcan los PUP.

-          Reconocer el agua como derecho humano y animar a los estados miembros a integrar este derecho en sus constituciones.

-          Explorar las formas de pago que aseguren el acceso al agua a los más desposeídos.

La coalición subraya que todos estos puntos ayudarán grandemente a reducir los presupuestos nacionales para la salud pública, a crecer en productividad, a reducir la pobreza y a mejorar la dignidad humana.

Esta coalición habla en nombre de millones de africanos. ¿Qué podemos hacer nosotros, partiendo de nuestro conocimiento personal de África, para actuar solidariamente? Las elecciones europeas se acercan. Los que entre nosotros viven en este continente tienen la posibilidad de entrar en contacto con los candidatos y de:

-          Notar si tienen el sentido de la "familia mundial"

-          Investigar cómo ven la privatización del agua (como un servicio o no)

-          Descubrir su compromiso personal respecto al agua como un derecho humano y bien común.

-          Compartir con ellos  las ventajas de los PUP y estudiar sus reacciones.

-          Votar de acuerdo con lo que se ha escuchado a los candidatos, e invitar a otros a hacer lo mismo.

 

Todos, estemos donde estemos, pero sobre todo allí donde el agua es accesible sin obstáculos, podemos reflexionar sobre el uso cotidiano que hacemos del agua, y nuestra actitud general. Podemos escuchar las experiencias de los que trabajan para mejorar el acceso al agua potable y a las instalaciones sanitarias. Podemos estimularlos con mensajes, apoyar su causa en nuestros parlamentos nacionales y europeo en esta cuestión tan importante para las poblaciones africanas (por ejemplo trasvasar los fondos de los PPP a los PUP). Podemos seguir el progreso del protocolo. Podemos felicitar a Brockman por sus francas palabras en el FME y pedir un informe de actividades.

El cambio mágico no se hará en una noche, pero con un poco de valor, pequeñas acciones y palabras estimulantes podemos contribuir al proceso de cambio. YES, WE CAN. Sí, nosotros podemos.

Anne Rutter

LOS ACUERDOS DE PARTENARIADO ECONÓMICO Y EL GÉNERO

 

La diversificación económica es una de las consecuencias de los Acuerdos de Partenariado Económico (APE) y de todos los otros acuerdos de Libre Cambio (ALE). Eso significa que un país no importa siempre de otro, sino que puede importar de un tercero. Así, tras la firma del acuerdo entre Sudáfrica y la UE,  es menos oneroso para la primera importar carne de la UE que traerla de la vecina Namibia. El comercio se desplaza así de Namibia a Sudáfrica en beneficio de la UE. Esta diversificación afecta indiferentemente a muchos sectores económicos. Notemos también que la distribución del trabajo no es igual entre hombres y mujeres en los distintos sectores de la economía;  en general son las mujeres las que sobrellevan las cargas familiares y domésticas lo que reduce su acceso a ciertos sectores. Hay que fijarse entonces en las implicaciones de esta diferencia vinculada al género a la hora de firmar los APE.

El Acuerdo de Cotonou, base legal para las negociaciones de los APE, hace referencia clara a la igualdad de sexos, pero en la práctica esta igualdad no ha recibido ninguna atención específica a la hora de las negociaciones de los APE entre la CE y los países ACP. Ninguna de las partes ha querido implicarse en el respeto a esa igualdad.

La mayoría de la población africana trabaja en la agricultura. Así, en Mozambique, el 78% de las fuerzas vivas del país trabaja en este sector. Y si hay que subrayar algo, es la numerosa presencia de las mujeres en le agricultura, ya que los hombres prefieren las manufacturas y los servicios públicos. En Mozambique se encuentra el 91% del trabajo femenino en  el terreno agrícola. Si este sector está afectado por los APE, afectará mucho más a las mujeres que a los hombres. La liberalización del comercio debería en principio ofrecer ventajas a la agricultura y el acceso a la maquinaria agrícola occidental; pero en la realidad este sector, estando en manos de las mujeres para las que el acceso a los créditos es limitado, ellas no tienen los medios para comprar maquinaria pesada ni otras ayudas. Los beneficios potenciales vinculados a los APE corren el riesgo de no ser para ellas más que teoría.

La liberalización de los intercambios prevista en los APE no tendrá impacto positivo sobre las exportaciones del sector agrícola de los países menos desarrollados (PMD), visto que ya tenían un sistema de acceso libre al mercado de la UE gracias al programa  "Todo menos armas" (TSA). La lista de países PMD está establecida por la ONU sobre la base de una serie de indicadores económicos. A estas fechas, 33 países africanos figuran en la lista. Además, la posibilidad de una importación libre de productos alimenticios va a generar pérdida de empleos y de ingresos en el sector agrícola y las mujeres serán las más afectadas. La creación de cadenas de supermercados, consecuencia de la liberación de intercambios, no aumentará ciertamente los beneficios para la agricultura local. Porque estas cadenas exigen a los productos normas muy exigentes y a precios muy bajos, y estas condiciones no pueden cumplirse para la producción local, sino sólo para los productos importados de países desarrollados.

Los beneficios producidos por la importación de alimentos, como la carne, traídos de países occidentales, serán muy teóricos para la población rural porque la carne se vende a precios inasequibles. Esto también tiene la dimensión de "género", porque las mujeres tienen con frecuencia la carga del aprovisionamiento alimentario y los hogares que gestionan están muy arriba en la escala de la pobreza.

La disminución de ingresos para los gobiernos africanos, ligada a la reducción de tasas de importación, es otra consecuencia previsible de los APE. En Mozambique se prevé una pérdida del 50 %. Esto traerá consigo que los estados tendrán que disminuir los gastos en los dominios sociales y educativos. Esto, de nuevo, es una incidencia ligada al "género" porque las mujeres son las encargadas de la educación de los niños.

Un ejemplo tomado del Camerún ilustra cómo el libre intercambio puede ser dañino para el sector agrícola local. La cría de aves en este país está en las manos de las mujeres y de los jóvenes. Trabajan sobre todo como pequeños productores o en el mismo enclave familiar. Esta cría había permitido un desarrollo económico para las mujeres, y había mejorado las condiciones de vida de las familias. Estas mujeres habían visto subir su rol político y social. Después comenzó la importación masiva de pollos congelados que no podían venderse en les países europeos, donde los clientes piden sobre todo las pechugas  de las aves. Las partidas de pollos invendibles se importaban a precios mínimos, y por tanto mucho menos caros que los pollos producidos a nivel local. Esto ha borrado los productos locales de los mercados. Las mujeres, viendo sus ingresos restringidos o nulos, han desaparecido de los mercados. Las que habían solicitado préstamos no han podido devolverlos. En conjunto, este problema ha afectado tanto a los medianos como a los pequeños productores. Las manifestaciones han obligado al gobierno a aumentar el precio de la carne importada, y esto ha permitido a los productores nacionales levantar cabeza, al menos en parte, de las consecuencias negativas del libre intercambio.

Necesidad de vigilar las negociaciones de los APE

Hemos visto que los APE tienen un impacto específico ligado al género, y que es importante vigilar de forma continuada sobre el desarrollo social y las condiciones de vida. Subrayemos la importancia del rol de la sociedad civil en este aspecto. Sólo una vigilancia eficaz permitirá limitar los efectos negativos de los APE. Una vigilancia eficaz debe identificar los indicadores clave y poseer una amplia base de datos. Indicadores susceptibles de interés podrían ser la expansión o la contracción de los sectores femeninos en la economía, la creación de fuentes independientes de ingresos para las mujeres, así como los servicios sociales  y de desarrollo que les destina el gobierno. Los datos son indispensables  para la estructura de la economía vinculada al género, sobre todo por la disparidad entre hombres y mujeres en los sectores del comercio y del trabajo. No basta saber que las mujeres trabajan sobre todo en agricultura, hay que conocer también los sectores y los productos que dependen principalmente de su esfuerzo. Estos datos permiten también  ver la diferencia entre hombres y mujeres en el acceso a los recursos y a los gastos del gobierno. Los datos nos asegurarán, mediante una mejor comprensión de los efectos del género sobre los ingresos aduaneros, una mejora del sistema.

Thomas Lazzeri

La crisis, ¿Una oportunidad para África?

 

Crisis no quiere decir solamente 'peligro', puede representa también una oportunidad, una posibilidad para el cambio, una búsqueda de nuevos caminos y soluciones para los problemas. Las crisis actuales que afectan al mundo, incluida África, llevan en sí mismas una luz de esperanza para un cambio y un  futuro mejor. Las posibilidades de unirse al esfuerzo mundial son ahora más importantes que las que se tenían en un pasado reciente.

La serie de crisis de 2008 fue una advertencia lanzada cara a la situación mundial cuyas principales víctimas son, como siempre, los países en vías de desarrollo, y los pobres.

La crisis en África.

Desde 2000, las economías africanas han experimentado una tasa media de crecimiento del 5,8 %,el  periodo más próspero de los últimos 40 años. África ha progresado en muchos dominios cruciales: la reducción de la pobreza, mejor gobernabilidad, reformas económicas, control de la inflación, crecimiento de la inversión extranjera directa (sobre todo en infraestructuras) y la consolidación de su macro - economía. La estabilidad política se ha afirmado en muchos países y el acceso al agua, a la salud y a la educación ha mejorado, si bien son aún necesarios progresos suplementarios. Este éxito se debe sobre todo a la subida de los precios de las materias primas, especialmente petróleo y minerales.

África está bien integrada en la globalización de la cadena de aprovisionamientos. El continente ha sido protegido de los efectos inmediatos de la crisis financiera mundial, y esto a causa de cierta marginación de los mercados financieros mundiales. Sin embargo la ralentización económica tiene fuertes repercusiones en el continente y amenaza con minar el decenio de crecimiento record. El precio de las materias primas ha caído a causa de la reducción de beneficios ligados a la exportación. La demanda de materias primas y de servicios a exportar se retrae drásticamente y las sociedades mineras han debido reducir fuertemente o cesar en sus actividades, como en la RD del Congo, Ghana y Zambia. Esto tiene un efecto directo sobre el empleo, la producción y los ingresos del estado. Los africanos viviendo en países desarrollados envían menos dinero a sus casas. El turismo disminuye. Los créditos y el capital disponible para las actividades comerciales e industriales disminuyen. La ayuda extranjera será desde luego revisada a la baja. El presidente tanzano Kikwete ha prevenido de que la recesión mundial es la mayor amenaza a la que África se enfrenta en los últimos años.

África se queda como exportador de materias primas, y está expuesta de lleno a los factores externos que influyen en su desarrollo social. Los precios de las materias primas han caído fuertemente (el petróleo el 50 % y el cobre el 60%) y seguirán bajos en 2009. Esto bloquea las perspectivas de crecimiento de países como Zambia que había experimentado un crecimiento sostenido gracias a los altos precios de los metales. El decrecimiento del aporte financiero y la escasez de créditos disponibles van a afectar al desarrollo de las infraestructuras (carreteras, puertos, transportes, mercados, comunicaciones) planificadas para estos próximos años. Al mismo tiempo que la disminución de ingresos estatales, los presupuestos nacionales se reducirán y los servicios sociales se verán afectados. El resultado parece anunciar la reducción del desarrollo y el hecho de que la crisis va a aumentar la pobreza de las poblaciones africanas.

La crisis socio- económica que experimenta el continente ha sido precedida por otras crisis en 2008. El aumento de precio de los productos alimentarios, la crisis de la energía y el precio elevado del petróleo. El cambio climático, acompañado de sequías e inundaciones, marca con su huella a la agricultura, la producción de alimentos y la vulnerabilidad de los campesinos. Otras crisis crónicas afectan al continente y frenan el desarrollo: el acceso al agua y a las instalaciones sanitarias, el acceso a la tierra, a la salud, a la educación etc. Mientras que los países ricos en recursos mineros se aprovechan de los precios elevados, el horizonte de otros países de África se oscurece.

El alza de precios de los alimentos básicos entre 2006 y 2008, causada en parte por la especulación financiera y el aumento de cultivos para carburantes, ha culminado en una crisis alimentaria mundial. Las penurias alimentarias y la  ausencia de poder adquisitivo para millones de pobres del planeta han causado una crisis de hambre muy extendida, y la desesperación ha motivado alzamientos en muchos países africanos. Algunos de estos países, autosuficientes antes en su producción alimentaria, dependen actualmente de la importación de esos productos.

La presencia de África en la solución para salir de la crisis.

La crisis actual es de tal amplitud que se expresan dudas bien fundamentadas sobre la viabilidad del sistema económico mundial.

En la búsqueda de soluciones  para salir de la crisis, los europeos piden una nueva arquitectura financiera mundial que dé prioridad a nuevas autoridades financieras reguladoras. Como estas autoridades financieras aún no están creadas, deberían tener un lugar central en los proyectos de futuro del G20. Muchos piensan que las instituciones multilaterales  que han fracasado (FMI; BM etc.) deben ser radicalmente reformadas, pero se plantea una pregunta: Estas instituciones que han causado la crisis, ¿pueden ser creíbles en la búsqueda de una solución?

En los países desarrollados, los gobiernos usan enormes sumas de los fondos públicos para reducir el impacto de la crisis. La mayor parte de los estados africanos no tienen capacidad para responder de esta manera.

Los países en desarrollo son víctimas de una crisis que ellos no han causado. El mantenimiento del apoyo financiero hacia África debe ser la prioridad de la opción ética de Occidente. Si la ayuda extranjera se sacrifica, las posibilidades de ver que una estabilidad económica mundial surja de la crisis son descartadas.

África del Sur será el único estado africano que participará en la cumbre del G20. Los responsables africanos, los miembros de las instituciones internacionales y de la sociedad civil se han encontrado en Dar-es-Salam (10-11 Marzo 2009) para preparar su mensaje al G20. En su declaración final se lee: África debe ser parte activa en la solución de la crisis financiera mundial. La comunidad internacional debe respetar su compromiso de asistencia para acudir en ayuda del continente en su lucha contra la erradicación de la pobreza y en su negativa a aceptar una pérdida de ganancias durante todo un decenio. Han insistido sobre el cambio necesario de la política del BM, del FMI, y otros socios capitalistas y también por parte de los gobiernos africanos. Se hicieron preguntas importantes: ¿Cómo África y la comunidad internacional deberían responder a la crisis? ¿Qué tipo de políticas necesita África para estar asentada?

Para nosotros, los consumidores, la solución a la crisis reside en un cambio de nuestra manera de vivir, de nuestro consumo, de nuestros hábitos alimentarios.

La crisis, ¿una oportunidad para África?

El mundo no vive sólo una crisis en el sistema, sino una crisis del sistema porque la economía en sí misma es vasalla de la economía financiera. La superproducción y el sobreconsumo son  las causas que subyacen en la raíz de la crisis actual, y llevan a un desarrollo insostenible. La solución exige la transformación del sistema económico actual y un cambio radical en el crecimiento, el consumo y la producción. La crisis suscita cuestiones fundamentales. ¿Qué orden socioeconómico estamos dispuestos a adoptar, o somos capaces de aceptar?  ¿Estamos preparados para luchar por un desarrollo sostenible y por una sociedad en ruptura con el pasado, resueltamente comprometidos en la lucha contra la pobreza, la exclusión y la injusticia? Esta crisis ofrece una oportunidad de debate abierto sobre la significación y el rol de la economía en la mundialización de nuestra tierra.

La crisis mundial alimentaria que ha provocado el alza vertiginosa de los precios ha sido provechosa para los productores de arroz. En 2006, pese a las condiciones climáticas favorables, África sub.sahariana importó arroz por un valor de dos mil millones de $. La crisis permitió a los gobiernos africanos reforzar sus políticas agrícolas, aumentar sus inversiones en explotaciones agrícolas de tipo familiar  y en infraestructuras. Esto asegurará una autosuficiencia en la producción alimentaria y una consolidación de la soberanía alimentaria. Es también una invitación a llevar a cabo reformas agrarias, a facilitar el acceso a la tierra de los pobres y a impedir a las grandes empresas echar mano de los terrenos más productivos. No es aceptable en estos momentos de crisis dedicar tierras destinadas a la alimentación para la producción de carburantes.

Los inversores internacionales pueden beneficiarse de África que ofrece buenos intereses para las inversiones y oportunidades para las sociedades en telecomunicación, construcción y bienes de consumo. Las inversiones pueden sostener el crecimiento de África, y este crecimiento puede dar nueva vida a economías más ricas en riesgo de naufragar.

Los minerales y el petróleo de África, así como su potencial granjero, son muy deseados por Europa y Asia. Incluso si los precios actuales de las materias primas son bajos y no dejan más que un débil margen para la negociación, es cierto que al fin de la crisis los dirigentes africanos deberán establecer contratos más estrictos con las empresas que exploten sus recursos naturales, para que las poblaciones locales se aprovechen de ello.

"La crisis financiera mundial representa una oportunidad para África para salir de un tipo de ayuda que acrecienta la pobreza e ir a menos dependencia cara a la asistencia externa, y a más compromiso en el desarrollo de infraestructuras y de integración regional. Los que deciden las políticas deben ofrecer rutas más innovadoras en la financiación del desarrollo económico", afirma Okonjo Iweala, un antiguo director general del BM.

África se encuentra cara a un desafío: la creación de un medioambiente que permita una vuelta al crecimiento y la consecución de objetivos de paz, estabilidad, desarrollo y erradicación de la pobreza. Esto exige un nuevo contrato social entre los diversos partenarios sociales de África, y la definición de qué África se desea. Si hay un momento en el que África debe reflexionar como una sola entidad, es ahora. Es la oportunidad de construir una nueva África.

 

Begoña Iñarra

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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