AEFJN un puente de esperanza entre África y Europa: 25 años de compromiso y esperanza
La red Africa Europa Fe y Justicia (AEFJN) celebra 25 años de compromiso en 2013, por unas relaciones más equitativas entre Europa y África. Representantes de los grupos nacionales de África y Europa se han reunido en Bruselas para decidir objetivos y estrategias futuras.
Los grandes cambios y el crecimiento económico en África no han repercutido positivamente en la población: la brecha entre ricos y pobres y el empobrecimiento crecen. Líderes y compañías nacionales y extranjeras continúan expoliando al continente, empobreciendo a la población presente e hipotecando a las generaciones futuras.
La toma de conciencia y el compromiso de África para mejorar la situación han sido un incentivo para el trabajo de AEFJN que invita a actuar con otros grupos desde la esperanza.
Inspiración y camino emprendido
Ante la necesidad de erradicar las causas del empobrecimiento de África, en 1986, un grupo de Congregaciones misioneras establecieron contactos para promover en Europa políticas que favorecieran el desarrollo de África. En 1987, la encíclica Sollicitudo Rei Socialis de Juan Pablo II pidió a los misioneros que se hicieran presentes en los nuevos espacios de misión en los que se tomaban decisiones que afectaban a los países pobres. En junio de 1988, 19 institutos misioneros fundaron la Red África Europa Fe y Justicia (AEFJN). Era una nueva forma de vivir el evangelio, la misión y el advenimiento del Reino. A partir del Secretariado de Bruselas surgieron en Europa y en Africa grupos nacionales llamados "Antenas."
Los miembros de AEFJN son religiosos y seglares seguidores de Jesús de Nazaret que quiere vida en abundancia para todos. El trabajo se centra en cuestiones económicas de la Unión Europea (UE) que afectan a la población africana. Las políticas económicas son evaluadas por su impacto en la población africana y AEFJN lleva a la esfera política europea las preocupaciones de sus miembros en Africa con campañas de incidencia política (lobby) que se orientan a promover la justicia y la solidaridad en las relaciones Europa-África.
En sus comienzos AEFJN trató el impacto adverso de las políticas de desarrollo en los agricultores pero ante la imposición del neoliberalismo se abordaron otros temas como el comercio internacional, la seguridad alimentaria y la deuda externa. Los conflictos armados llevaron a tratar el comercio de armas. Hoy los temas son el acceso de los agricultores familiares a la tierra, el agua y las semillas, el acaparamiento de tierras, los agrocombustibles, la explotación de materias primas, la responsabilidad de las empresas y el acceso a medicamentos de calidad.
Los temas actuales de AEFJN
Ilustro el impacto de ciertas políticas en la vida de la gente y presento cómo AEFJN afronta estas realidades.
El petróleo del Chad lleva a la desesperanza
Visité la cuenca petrolera de Doba con Mgr. Kouraleyo, obispo de Moundou. Makieri, es uno de los 60 pueblos afectados por la explotación petrolífera. Los pozos de petróleo aparecen por todos lados, hasta en el patio de una escuela que el ESSO rechaza mejorar. Los depósitos de recogida con sus antorchas de gas están a 200 m. del pueblo. Las líneas de alta tensión atraviesan poblaciones, mercados y zonas de pasto. La salud se resiente, el número de abortos no deseados ha aumentado y los niños mueren de una anemia misteriosa. Escapes de petróleo contaminan el agua del rió y producen la muerte de ganado. En el valle del Nya, los árboles se han secado. Actualmente hay más de mil pozos de petróleo en la zona.
El sistema de compensación es perverso. Las indemnizaciones por la tierra se evaporan y los campesinos pierden su único medio de vida. Los campos están tan divididos que no son productivos.
El petróleo despertó la esperanza de salir de la pobreza, pero la pérdida de la tierra, el ataque a la biodiversidad y la falta de trabajo ha instalado la desesperanza. “Sin petróleo éramos pobres, con petróleo somos miserables” me dijo un anciano.
El gobierno no controla las cantidades de petróleo que salen del país y ESSO no cumple las condiciones del contrato, ni la legislación nacional. A pesar de ello hay signos de esperanza: estudios sobre el deterioro de las condiciones de vida han hecho que líderes, jóvenes y las iglesias actúen.
AEFJN y la extracción de materias primas
Situaciones semejantes a las del Chad se dan en otros países africanos ricos en recursos naturales. Para aumentar beneficios las compañías violan los derechos humanos, socio-económicos y medio ambientales, y no respetan las condiciones de trabajo decentes. Los contratos entre compañías y gobierno son opacos e injustos. La extracción empobrece a la población actual y futura y la falta de voluntad política o de medios para implementar la legislación, hacen que las empresas actúen con impunidad con la complicidad de líderes locales que anteponen sus intereses personales.
AEFJN trabaja por una legislación europea jurídicamente vinculante que responsabilice a las empresas por sus impactos negativos en el Sur. AEFJN también se afana por una mayor transparencia en los pagos realizados a gobiernos y para que las compañías y los gobiernos rindan cuentas a la población. Una legislación en este sentido está siendo discutida en la Unión Europea.
AEFJN y el acceso a medicinas de calidad
En Moundou, al Sur del Chad he visitado hospitales, centros de salud y farmacias. Muchos medicamentos proceden de laboratorios internacionales. Las condiciones de almacenamiento y de transporte son buenas aunque es difícil saber la calidad de las medicinas.
En el mercado de Moundou es otra historia. Una serie de kioscos venden medicinas expuestas al calor y al polvo. Encuentras cajas abiertas y pastillas sueltas sin control. Unas son sustraídas de hospitales y otras vienen de laboratorios dudosos de Nigeria y China que son falsas o con bajo principios activos y causan la muerte de miles de personas.
En Nairobi el Centro Ecuménico de Distribución de Medicinas (MEDS) abastece el 40% de los medicamentos de Kenya. Su laboratorio tiene el certificado de calidad de la organización mundial de la salud y analiza muestras para asegurar la calidad de los medicamentos distribuidos. El MEDS es un ejemplo de lo que se puede lograr cuando las iglesias se juntan para mejorar el acceso a medicamentos de calidad.
AEFJN trabaja para disminuir el impacto de las patentes y favorecer el acceso a genéricos en África ya que las patentes aumentan el precio de las medicinas y dificultan el acceso de los genéricos. Para favorecer la calidad AEFJN pide a los países europeos un control de calidad de las medicinas exportadas a África.
Algunas batallas ganadas con la contribución de AEFJN: en julio de 2012 el Parlamento Europeo rechazó “ACTA” que consideraba las medicinas genéricas como falsas; el compromiso de la Comisión Europea de excluir las medicinas de los Acuerdos de Asociación Económica (EPA); la declaración de Doha 2001 que permite a los países en desarrollo proteger la salud pública.
El acaparamiento de tierras en Etiopia
En la agencia de inversiones de Adis Abeba (Etiopia) un mapa representa los 11,55 millones de Ha agrícolas arrendables. Allí descubrimos cómo las agencias del Banco Mundial han preparado el acaparamiento de tierras. Etiopía, un país pobre que recibe ayuda humanitaria, ha arrendado a compañías y países extranjeros un área mayor que el Reino Unido. El gobierno dice ceder “tierras no utilizadas” para modernizar la agricultura y obtener dinero para desarrollar el país. Pero en Africa no hay tierras inutilizadas. La población y los pastores nómadas las utilizan para cazar, recoger frutos salvajes, leña, pastos y agua.
Karuturi, inversor indio, posee 485 hectáreas (Ha) para producir rosas. En Etang (Gambela) ha desviado el río para cultivar 75.000 Ha de aceite de palma, caña de azúcar, arroz, maíz y algodón, pagando €850 al mes por 2.500 km2 de tierra fértil (superficie equivalente a la mitad de La Rioja). Privarles de la tierra a pastores y agricultores es destruir su forma de vida. Cerca de Karuturi hay poblados habitados por desplazados internos, víctimas de este proyecto. La población no se beneficia de los millones invertidos, no tienen trabajo, ni escuela, ni clínica, ni agua potable, sufren las consecuencias de esta agricultura insostenible y del impacto adverso en el medio ambiente - deforestación, reducción de la biodiversidad y contaminación de suelos y agua.
Karuturi arrienda 20.000 Ha en Gambela a agricultores indios de Punjab a cambio del entre 35% al 65% de los beneficios, mientras que la población local se ve despojada de su tierra. La población que ha perdido la tierra se ha rebelado atacando ya varias veces a agentes de la compañía.
Los agrocombustibles
Hacia el 2000, las políticas de energías renovables que promovieron los biocombustibles procedentes de la agricultura (agrocombustibles), favorecieron la carrera por tierras cultivables. Europa y EEUU al carecer de tierra subvencionan su producción en otros continentes. Cuando se considera el cambio de uso de la tierra de bosque a monocultivo, los agrocombustibles emiten más Gases de invernadero que la gasolina o el gasoil. Llenar el depósito de coches con etanol procedente de alimentos (maíz, trigo) encarece los alimentos y viola el derecho a la alimentación.
En 2008, cuando los cereales subieron el precio, países que carecían de tierra o agua compraron en otros países tierras arables para asegurar su soberanía alimentaria. La tierra se convirtió en un producto financiero. El resultado fue campesinos que perdieron su medio de vida sin ser indemnizados y la inseguridad alimentaria del país.
AEFJN trabaja para que la UE disminuya la cuota de agrocombustibles para el transporte y los estados miembros eliminen los subsidios a los agrocombustibles. Actualmente se propone una moratoria sobre los acaparamientos de tierras. Ante la presión de la sociedad civil, la Comisión Europea ha reducido el aporte de agrocarburantes procedentes de alimentos para 2020 pero las compañías de agrocombustibles se oponen.
El comercio, la globalización y el neoliberalismo
Voy al mercado de Acra con Jane. Compramos tomates del Norte pero me dice que en su pueblo los tomates se pudren en los campos porque las latas subsidiadas de Italia y China son más baratas. Los pobres no pueden comprar los tomates del país y los ricos prefieren los tomates de Burkina. En el pasado la fábrica de Pwalugu transformaba la producción local en puré de tomate. Con la liberalización el tomate extranjero entró y la fábrica quebró. Las importaciones subsidiadas destruyen la agricultura local.
El tío de Jane, con otros 200 productores, exportaba piñas a Europa. Era un negocio rentable hasta que los supermercados europeos decidieron adoptar otra variedad de piña de Del Monte. Actualmente Del Monte y 18 agroindustrias exportan esta variedad tras haber eliminado a los productores locales.
Ekow exportaba plátanos a Europa. Las reglas de la UE son tan restrictivas que los pequeños agricultores no consiguen atravesar los “filtros” de calidad que favorecen a las grandes empresas que producen en África pero no son africanas. Sin embargo, para lograr la “calidad” hay que usar productos perjudiciales para la salud.
En Kenya la liberalización arancelaria de los 90 ocasionó la quiebra de fábricas textiles y la pérdida de 70.000 empleos. Hoy los industriales temen la nueva ola de liberalización impuesta por los Acuerdos Comerciales con la Unión Europea. Sunil teme que la liberalización cause la quiebra de su empresa de suministros electrónicos, hoy próspera porque las importaciones pagan entre 10 y 25% de aranceles.
Este comercio injusto perjudica a África y destruye los mercados, la producción, las industrias y favorece la explotación de recursos naturales. El neoliberalismo se ha impuesto a través de acuerdos comerciales de la organización mundial del Comercio, las políticas del Banco Mundial, de la UE y los EEUU. AEFJN junto a otras organizaciones europeas y africanas han conseguido retrasar la firma de los acuerdos comerciales y con ello retrasar la liberalización y excluir de ella ciertos productos.
AEFJN y el control de las armas ligeras
En Africa he vivido conflictos y guerras. Vecinos, mujeres y niños han muerto por armas de fuego. He visto a niños jugar con fusiles y a hombres temblar ante un kalachnikov. He visto pasar armas en burros y en mochilas, comprar y vender armas en mercados… Los conflictos entre grupos armados en África han disminuido, pero la presencia de armas es una amenaza constante.
En Africa del Este he colaborado con grupos comprometidos en disminuir la proliferación de armas. Policías, militares, gobierno y sociedad civil colaboran para implementar el Protocolo de Nairobi firmado por 14 países de la región, y organizaciones civiles y eclesiásticas han conseguido que los gobiernos de la región se apoyen el Tratado comercial sobre las armas en la ONU.
La contribución de AEFJN a la paz es su compromiso por una mayor justicia en África. La sociedad civil ha logrado éxitos con acuerdos internacionales para controlar las armas. En 1998, la UE adoptó el Código de Conducta voluntario para la exportación de armas. Tras 10 años de lobby la posición de la UE obliga a los estados miembros a no exportar armas a países en conflicto o que violen los derechos humanos. Hoy en África, los acuerdos regionales controlan la proliferación de armas ligeras. En abril 2013 la ONU aprobó el Tratado Comercial sobre las Armas. Los 5 países mayores productores de armas no lo votaron pero dejaron la puerta abierta a su aceptación futura.
Los logros del camino
Otros logros son el cambio de mentalidad y el compromiso manifestado por las antenas nacionales, las congregaciones y grupos miembros. De 19 congregaciones en 1988, hoy unas 50 apoyan económicamente a la Secretaría y unos 150 institutos y grupos laicos más apoyan a las 14 antenas nacionales en Europa y en África.
El cambio de mentalidad se hace visible en el compromiso de los cristianos y en las declaraciones, acciones y cartas pastorales de la Iglesia de África. El Sínodo de los Obispos de África de 2009, llama a las iglesias a comprometerse para abordar cuestiones de justicia y de paz, el acaparamiento de tierras, la explotación de materias primas y la proliferación de armas. También insta a los gobiernos e instituciones africanas e internacionales a actuar en justicia.
AEFJN ve con alegría el número de cristianos y de religiosos comprometidos por la justicia en África. Sentimos una mezcla de tristeza y orgullo por los líderes cristianos asesinados en África por su postura valiente en temas de justicia. Esperamos que el compromiso continúe creciendo para avanzar en el camino de una mayor justicia para los más vulnerables.
Begoña Iñarra
Secretaria Ejecutiva de AEFJN